Cuna del primer ferrocarril chileno de la Compañía de Ferrocarriles de Copiapó, lo que transformó a la ciudad en un centro turístico desde sus inicios. Su gente, muy apegada a las tradiciones, cada año celebra la fiesta de San Pedro a fines de junio la que llena la ciudad de cantos, bailes y embarcaciones alegóricas alrededor de la hermosa Iglesia San Vicente de Paul construida en 1862.
Otros de sus tradiciones que aún se mantiene vigente y atrae a gran número de turistas es el campeonato Oficial de Rayuela Femenina que se realiza cada septiembre, y su gran hito gastronómico son las empanadas de ostiones, reconocidas por ser las mejores del país.