La ruta de los castillos y fuertes encanta tanto por su arquitectura como por sus vistas a los ríos.
Estas construcciones constituyeron el mayor sistema de defensa ante los piratas que amenazaban con arrasar con la costa del Pacífico durante los siglos XVII y XVIII.
El más grande y mejor conservado es el fuerte de Corral, que incluye el bastión de San Sebastián de la Cruz y varios cañones.
En la orilla norte del río, el fuerte Niebla tiene un museo que recopila colecciones de la historia de las fortalezas.